Dia Nacional del Torito de Pucara

El Día Nacional del Torito de Pucará no surge como una festividad aislada, sino como el resultado de un proceso profundo de articulación cultural, social y política orientado a convertir la identidad en desarrollo. Su creación responde a la necesidad histórica de reconocer, proteger y proyectar uno de los símbolos más representativos del patrimonio cultural peruano, así como de dignificar el trabajo de los artesanos que, por generaciones, han sostenido esta tradición.

Este proceso se inició cuando Diego Enrique Pazos Lara llega a Pucará y establece un trabajo directo, constante y de confianza con los maestros artesanos. No se trató de una intervención externa, sino de una construcción colectiva basada en el diálogo, el respeto por los saberes ancestrales y la convicción de que la cultura debía ocupar un lugar central en la agenda de desarrollo local, regional y nacional.

Junto a los artesanos y en coordinación con la autoridad edil, se fue consolidando una visión compartida: el Torito de Pucará no solo debía conservarse como objeto artesanal, sino posicionarse como un símbolo vivo de identidad, economía cultural y cohesión social. Luego de años de esfuerzo, organización y gestión institucional, esta visión se materializó en el reconocimiento oficial del Día Nacional del Torito de Pucará, marcando un hito para la cultura peruana.

El proyecto no concluye con esta declaratoria. Por el contrario, continúa en una segunda etapa estratégica: la construcción del Día Internacional del Torito de Pucará, con el objetivo de proyectar el símbolo a nivel global, fortalecer la diplomacia cultural, abrir mercados internacionales para los artesanos y posicionar a Pucará como un eje de desarrollo cultural con impacto macroregional.

Como expresión del reconocimiento comunitario, los propios artesanos de Pucará otorgaron a Diego Enrique Pazos Lara el nombramiento de Embajador de la Cultura, legitimando su rol como articulador entre comunidad, Estado y actores nacionales e internacionales. Este respaldo social ha sido clave para que el evento trascienda lo local y se consolide progresivamente como un símbolo nacional con proyección internacional.

Desde el ámbito político e institucional, el proceso se fortalece con la gestión activa de iniciativas legislativas y de asignación presupuestal, orientadas a garantizar sostenibilidad, institucionalidad y continuidad al Día Nacional del Torito de Pucará y a las políticas de promoción cultural asociadas. Esta dimensión política busca asegurar que la cultura no dependa de voluntades momentáneas, sino que cuente con respaldo normativo y financiero del Estado.

Hoy, el Día Nacional del Torito de Pucará representa mucho más que una celebración: es una plataforma de desarrollo cultural, económico y social; un modelo de participación ciudadana; y un ejemplo de cómo desde el territorio se pueden construir símbolos que unen identidad, economía y política pública. Su consolidación demuestra que cuando la cultura se gestiona con visión, compromiso y liderazgo, puede convertirse en un eje real de desarrollo nacional e internacional.